Vivienda modular vs racionalización sistemas constructivos


Desde hace mucho, arquitectos y diseñadores han realizado estudios acerca de la modularización de la vivienda con el objetivo de abaratar los costes de construcción y acelerar el proceso constructivo, controlando de una forma más eficiente la calidad final, sin embargo, hasta ahora la mayoría de las viviendas modulares que encontramos en el mercado consisten en construcciones prefabricadas predefinidas que obligan a adaptarse a alguno de los modelos propuestos por el vendedor.

Si realizamos una búsqueda en internet de imágenes de viviendas modulares, observaremos que la mayoría de las propuestas son bocetos e infografías que no han pasado del papel y las construidas presentan el aspecto de casetas de obra, aunque la mayoría de las propuestas que encontraremos serán viviendas prefabricadas. Una vivienda modular debería permitir la elección de distintos módulos que combinados determinen una vivienda que se adapte a nuestras necesidades.

Composición vivienda modular

 

En realizad se tiende a confundir la vivienda modular con la prefabricada, obligando al comprador a adaptarse a una construcción que no está diseñada teniendo en cuenta sus necesidades ni las características del terreno, como vistas, accesos, orientación o topografía, conllevando la mayoría de las veces una falta de adaptación de la vivienda al terreno y una clara limitación de las opciones creativas.

Nosotros somos partidarios de basar los estudios en la racionalización de los sistemas constructivos al objeto de lograr un menor coste de ejecución de la construcción y un mayor control de la calidad de los elementos constructivos. Consideramos que son tantos los factores que intervienen en el resultado final de una vivienda, que limitarnos a la elección de un modelo prefabricado sería renunciar a la construcción de una vivienda que se adapte a nuestras necesidades, con la excusa de un ficticio ahorro económico.

Si consideramos una superficie similar y una calidad equivalente de los materiales empleados, el coste final de una vivienda prefabricada no resulta inferior al que supone la construcción de una vivienda tradicional si se optimizan los sistemas constructivos en la fase de proyecto.

 

 

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