La crisis y el efecto mediático


Últimamente el fenómeno “crisis” ha invadido nuestras vidas, pones la televisión, cambias de canales y siempre es lo mismo,  la desesperación de unos, las dificultades para llegar a final de mes de otros, …, en fin, que para los medios de comunicación la crisis se ha convertido en una buena forma de financiación, digamos que es un tema que vende. Por desgracia, la televisión solo vende la parte negativa de la crisis sin aportar ningún aspecto positivo, todo es remarcar informaciones con un tono pesimista, sin darse cuenta que una buena parte del problema lo están generando ellos mismos con el abusivo uso de una parte de la información.

En realidad, si existe un porcentaje de ciudadanos que les afecta realmente la crisis, dentro de ese porcentaje podríamos incluir los nuevos parados, los autónomos que ven reducidos sus ingresos drásticamente o los pequeños especuladores, sirva como ejemplo un obrero que se ha hipotecado en su vivienda habitual y en una segunda vivienda que más adelante pretendía revenderla por el doble y forrarse; nos pasamos toda la vida criticando la especulación y vivimos en un país donde la mayoría somos potenciales especuladores.

La mayoría siguen ganando lo mismo que antes de llegar el huracán “crisis”, sin embargo, el efecto bajada de hipotecas, gasolinas u ofertas anti-crisis han hecho que el poder adquisitivo para el ciudadano de a pie se vea ligeramente incrementado. Ahora bien, disponemos de más dinero para gastar, pero como escuchamos en los medios de comunicación de forma repetida hasta la saciedad que estamos en crisis, dejamos de consumir y guardamos el dinero para un futuro, por si acaso, pues nunca se sabe lo que puede pasar, tal y como están las cosas. El resultado es que indirectamente sin razonarlo ni consensuarlo, solo por efecto mediático, dejamos de consumir un porcentaje, sea el 10, el 20, o el 30 por ciento, quien sabe, lo suficiente para que el sistema se descalabre. Porque vivimos en un sistema capitalista, el dinero ha de moverse, es el principio básico, de lo contrario esto no funcionaría.

De la situación actual, se culpa a los bancos, por el exceso de avaricia, pero no se culpa a ciudadano por su falta de madurez consumista ni a los medios de comunicación por el empujoncito que nos están dando.

En el pasado ha habido otras muchas crisis, pero ninguna ha estado tan mediatizada como la actual; de todas hemos salido y esta no será ninguna excepción, solo esperar que los errores actuales sirvan de reflexión para no volver a cometerlos en un futuro.

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