energía solar pasiva


Energía solar pasiva, base de una arquitectura sostenible

Motivados por el evidente cambio climático y el incremento del precio de los carburantes fósiles, las sociedades consumistas han comenzado en pequeña medida a preocuparse por lograr una arquitectura más sostenible que respete el medio ambiente y aproveche los recursos naturales sin agotar sus límites de renovación, preservando de este modo los recursos para las futuras generaciones.

Después de haber sufrido varias décadas de retroceso con la llegada del “progreso” a la construcción, valores como los condicionantes climáticos y los ecosistemas del entorno en el que se construyen los edificios vuelven a tenerse en cuenta al objeto de obtener el mayor rendimiento con un menor impacto. Se vuelve a priorizar la utilización de la energía solar pasiva en el diseño de las edificaciones.

A la hora de realizar el diseño de una edificación, factores como la orientación, la morfología, los materiales a emplear y la ubicación en el terreno nos permitirán aprovechar al máximo los rayos solares para calentar el interior y protegernos de ellos para evitar sobrecalentamientos, permitiendo mantener unas condiciones de bienestar en el interior de los edificios y reducir al el uso de sistemas de climatización tradicionales.

Vivienda en As Patiñas, Oleiros (infografía)

En la vivienda representada hemos proyectado un salón-comedor de doble altura orientado hacia el sur que se corresponde con la zona de disfrute de la parcela. Si bien la disposición de estos grandes ventanales podría convertir el interior de la vivienda en un invernadero con el consiguiente sobrecalentamiento durante la época estival, la disposición de unas económicas lamas de madera en los ventanales superiores permite regular el paso de los rayos solares, evitando soleamiento interior durante los meses de verano y permitiendo el soleamiento en los meses más fríos, sin impedir la visión hacia el exterior. En los ventanales inferiores que facilitan el acceso al exterior, se proyecta una pérgola que cubierta mediante toldos correderos en verano, impide la exposición directa del sol y genera un espacio de sombra exterior, y plegados en invierno permiten la entrada de los rayos solares.

Al objeto de evitar el enfriamiento durante la noche se poryectan persianas motorizadas que limitarán la pérdida calorífica debida a la gran superficie acristalada.

El empleo del sol como fuente de energía es tan antiguo como la necesidad del ser humano de construir. Tener en cuenta el empleo de la energía solar pasiva durante la fase de proyecto no supondrá incremento en el coste final de la obra y permitirá lograr una vivienda más confortable con un menor gasto energético en sistemas de calefacción.