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Pavimento de madera en exterior 3

La instalación de un pavimento de madera en el exterior se puede realizar de diferentes formas, la que más nos convence consiste en el empleo de viguetas prefabricadas de hormigón apoyadas sobre el terreno. Este sistema, más económico que construir una solera,  permite que el terreno drene el agua que se filtra a través de las juntas de la madera y evita el peligro de acumulación de agua bajo la misma con el consiguiente deterioro del pavimento.

Para realizar la instalación se deberá nivelar y compactar el terreno a la cota necesaria, se extenderá un geotextil sintético sobre el terreno para evitar futuros enraizamientos y sobre este se dispondrán las viguetas a una separación no mayor de 65 cm., estas viguetas prefabricadas tendrán la función de transmitir la carga al terreno y mantener separada la madera del mismo, no es necesario que sean de gran canto, 12-14 cm. será suficiente. Disponer entre las viguetas una capa de 5 cm de grava, mejorará la resistencia al enraizamiento bajo la tarima y permitirá que si realizamos una instalación con grapa vista, a través de los espacios que quedan entre las tablas veamos un fondo de grava, más agradable que el geotextil. Sobre las viguetas de hormigón, se fijarán los rastreles de madera de al menos 35x40mm dispuestos a una distancia no superior a 44 cm. La tarima se fijará a los rastreles mediante el empleo de grapas, a ser posible plásticas, previo a la colocación de la tarima es recomendable dar un tratamiento protector de aceite o barniz al agua tanto a los rastreles como a la cara inferior de la tarima. Una vez instalada la tarima solo nos faltará dar al menos un par de manos del tratamiento que hayamos elegido, ya sea barniz al agua o aceite, y lista para utilizar.

Existen distintas maderas recomendables para pavimentos exteriores, las más habituales suelen ser ipe, iroko, bolondo, balau,…, los precios y acabados nos facilitarán la elección. En este caso el cliente se ha decidido por el iroko y una solución de grapa oculta, poco habitual pero con un acabado más que recomendable.