Archivo por meses: junio 2009


De construcción sabemos todos

Cuantas veces algún conocido o familiar, tras la compra de una vivienda se ha acercado con los planos para enseñar la nueva adquisición, esperando lógicamente una aprobación. Como darles una opinión negativa cuando se han hipotecado de por vida; sin embargo los mismos, a la hora de renovar su móvil o adquirir una cámara fotográfica, llaman previamente para pedir una opinión.

Considero recomendable que previo a la compra de una vivienda, quizás la mayor inversión de nuestra vida,  consultemos a algún técnico que nos pueda asesorar, porque de construcción sabemos todos, pero seguro que hay quien sabe más.


La vivienda protegida y la arquitectura

Posiblemente nos hayamos preguntado alguna vez por qué las viviendas VPO tienen una apariencia más cutre que las de su entorno, tal vez lo primero que se nos viene a la cabeza sea pensar que al ser más económicas, los acabados son de inferior calidad.

Cual de estas tres edificaciones es VPO?

Cual de estas edificaciones es VPO?

Nos cansamos de ver edificaciones protegidas sin diseño y con acabados poco afortunados. Quizás se trate de un problema cultural,  como pagamos menos es lógico que tengan una peor apariencia, quizás no tengamos en cuenta el valor añadido que aporta el diseño a una vivienda y a la hora de realizar la compra valoremos los metros cuadrados y el precio, olvidándonos del valor arquitectónico.

Abaratar el coste de construcción de una edificación no significa renunciar a la arquitectura, quizás al lujo, aunque este no es sinónimo de diseño ni de calidad. Existen muchas viviendas protegidas que han logrado enlazar diseño y economía, como ejemplo la vivienda protegida municipal de Vallecas 16, obra de los arquitectos Jorge Javier Camacho y María Eugenia Macía.

Vivienda protegida municipal de Vallecas 16 (Madrid)

No estaría mal catalogar de alguna forma estas edificaciones, al objeto de que sus propietarios fuesen conscientes del valor añadido de la vivienda que poseen y en un futuro lograr que llegue a apreciar y valorar más el diseño en la construcción. 


Que entendemos por cultura?

Quizás sin razonarlo, como un hábito, tendemos a cometer el error de asociar cultura a conocimientos, hasta llegamos a emparejar insolentemente cultura con desarrollo económico, sin embargo, lejos de esas afecciones, yo optaría por una más certera reflejada en la Declaración de México sobre las Políticas Culturales (UNESCO, 1982).

…que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.

Hace años, en los primeros viajes por Europa, me impresionaba el aparente elevado nivel cultural de las conversaciones de sobremesa, cierto me sentía un tanto ignorante, como recién llegado del pueblo. Citar a Sartre ó Camus no era mi especialidad, sin embargo, con el paso del tiempo me fui dando cuenta que en realidad no era en absoluto complicado llegar ese nivel de conversación, bastaba con aprender unas cuantas palabras y personajes de la vida cultural del país y listo, a charlar, jo que culto se volvía uno.

Años más tarde, cansado de la superficialidad occidental decidí salir fuera del mundo supuestamente más avanzado, mis pasos se dirigieron hacia África. La sorpresa fue encontrarme gente preocupada por adquirir conocimientos y no por mostrar lo listos e interesantes que eran, gente sencilla con inquietudes, algunos quizás no hubiesen leído demasiado, sin embargo sus reflexiones eran personales, no repeticiones de fragmentos leídos en algún momento de sus vidas.  Allí me volví a sentir ignorante, pero esta vez el remedio era más complejo, una buena cura de humildad.


Maqueta o infografía?

Con el avance de la tecnología, ordenadores más potentes, programas de modelado y renderizado más realistas e intuitivos, en los últimos años el empleo de infografías ha suplido en parte a las tradicionales maquetas. Sin embargo a la hora de presentar un trabajo o durante la fase de diseño, la visión de los volúmenes que nos aporta una maqueta es muy superior a lo que podemos mostrar mediante infografías.

Maqueta-Infografía

Partiendo de una representación gráfica, a alguien que no esté habituado a la lectura de planos le costará imaginarse el volumen y más si este es algo complejo, por el contrario, imaginar acabados es algo a lo que todos estamos más acostumbrados. Una maqueta ha de ser conceptual, representando los volúmenes proyectados y dejando el realismo para las infografías. El proceso de realización de una maqueta ha de ser rápido y sencillo, los ornamentos resultan innecesarios (ver artículo maqueta vivienda rústica publicado con anterioridad).

Es cierto que una buena infografía nos permite confeccionar un cartel de obra que sirva de reclamo para atraer al potencial comprador, no obstante, si este participa en la fase de proyecto, le será más útil una maqueta que le ayude a comprender mejor el diseño, evitando decepciones o incluso modificaciones durante la fase de obra.

Aunque no descartamos el empleo de infografías, más emparejadas con la labor comercial, durante el diseño y desarrollo del proyecto consideramos más útil tanto para el propietario como para el diseñador, el hábito de realizar maquetas esquemáticas, utilizando las representaciones realísticas de forma complementaria en casos puntuales.


Suelo radiante, sistema económico, limpio y saludable, un paso hacia la arquitectura sostenible. 7

Cuando hablamos de suelo radiante, fundamentalmente consideramos dos tipos de instalaciones, la eléctrica, ya sea hilo o folio radiante y la de tubo de agua. El suelo radiante eléctrico lo recomendamos más para pequeños locales ó rehabilitación de vivienda donde estamos limitados en espacio.

Si uno de nuestros objetivos es lograr la construcción de vivienda sostenible, consideramos más interesante el empleo de suelo radiante por agua, que teniendo en cuenta que su menor consumo y la posibilidad de empleo de energías renovables nos permitirá amortizar su instalación.

Cada vez es mayor el número de nuestros clientes que acaban instalando suelo radiante en sus viviendas. Si bien en algunos casos puntuales no recomendamos su empleo, por lo general nuestro criterio es la instalación de este sistema de transmisión de calor puesto que las ventajas que nos aporta son muy superiores a los inconvenientes que se nos pueden ocurrir, casi todos remediables.

Ventajas:

Posibilidad de empleo de energías alternativas. Al funcionar con bajas temperaturas nos posibilita el empleo de energía solar o cualquier otra energía renovable que surja en un futuro.

Reducción o eliminación de las temperaturas excesivas de paredes y techos, logrando un ahorro de energía en la vivienda.

Estética y liberación de espacios en la vivienda.

Mayor limpieza de paredes. Los radiadores tradicionales, generan corrientes de aire por convección que acaban ennegreciendo las paredes en la parte superior de los radiadores.

El suelo radiante al no generar corrientes de aire por trabajar con bajas temperaturas evita problemas de salud en personas alérgicas o asmáticas al no remover el polvo.

Posibilidad de utilización como sistema de enfriamiento en verano, haciendo circular agua fresca en lugar de caliente y evitando que se reseque el ambiente como ocurre en un sistema tradicional de aire acondicionado.

Distribución ideal del calor. Teniendo en cuenta que el calor en los pies produce bienestar mientras que a nivel de la cabeza lo contrario, se considera que la calefacción por suelo radiante es la que más se acerca a la distribución ideal de temperaturas. En otros tipos de sistemas de calefacción la temperatura del suelo es inferior a la del techo, provocando una acumulación de calor donde menos se necesita y los conocidos dolores de cabeza por exceso de calor.

Distribución uniforme del calor, eliminando las zonas fías o excesivamente calientes y generando una emisión de calor muy uniforme en toda la vivienda.

Se trata de una instalación silenciosa al no existir aparatos mecánicos en el interior de la zona habitable de la vivienda.

La gran inercia térmica nos permite mantener la zona habitable caliente o fría durante un prolongado periodo de tiempo en caso de producirse un fallo en el sistema, ya sea una avería o un corte de suministro de energía.

En cuanto a la seguridad, teniendo en cuenta que se trabaja con temperaturas muy inferiores a los radiadores tradicionales, se evitan quemaduras por contacto con los mismos, así como golpes con las esquinas.

Desventajas:

El mayor coste inicial de la instalación, supone uno de los factores más determinantes a la hora de descartar este sistema (de 3.000 a 4.000 euros más que un sistema tradicional de radiadores, para una vivienda unifamiliar de dimensiones medias), aunque deberá tenerse en cuenta la amortización con el paso del tiempo, es indudable que de partida supone una mayor inversión.

El Incremento del espesor del pavimento puede llegar a ser un problema si contamos con una altura limitada.

El incremento de peso que supone el recrecido de mortero puede llegar a ser un problema en las obras de reforma que no han sido calculadas para soportar grandes cargas.

La inercia térmica que genera puede desaconsejar el uso de este tipo de calefacción en segundas residencias, en las que se produzca un uso puntual de la instalación (fines de semana).

En viviendas de dimensiones muy pequeñas, el empleo de este tipo de sistemas conlleva un tiempo de amortización más elevado, desaconsejándola en algunos casos.

No se recomienda la instalación de determinados pavimentos como maderas gruesas, PVC o cualquier pavimento aislante.

Existe la falsa creencia de que el suelo radiante produce varices; si consideramos que este tipo de instalación funciona con agua a baja temperatura, (el agua circula por los tubos entre 35 y 45 ºC, el suelo se mantiene entre 20 y 28 ºC y el ambiente entre 18 y 22 ºC) podemos afirmar que la temperatura del suelo no ocasiona ningún prejuicio a nuestro organismo. Quizás alguna instalación de suelo radiante mal ejecutada funcionando a temperaturas muy altas a llevado a difundir dicha creencia.

También algunas personas consideran que al ser una instalación enterrada bajo el pavimento, cualquier tipo de avería podría ser catastrófica a la hora de realizar una reparación. Cierto es que todas las instalaciones deberán ser testeadas previamente al tapado de las tuberías, y que de existir alguna fuga sería solventada previamente, con lo cual todas las averías que pudiesen producirse serian fruto de una actuación directa y puntual sobre la tubería, con lo cual estaría localizada.  Un factor importante será que la instalación sea realizada por profesionales con experiencia en la realización de este tipo de instalaciones.

Por todo ello consideramos que el suelo radiante es un sistema económico, limpio y saludable recomendando su instalación en la mayoría de las viviendas.